Aceites
En la Terra Alta casi 5.000ha, alrededor de una cuarta parte de la superficie cultivada de la comarca, está dedicada al olivo.
El olivo de la Terra Alta es un árbol totalmente adaptado a las características climáticas y orográficas del territorio. Esto lo demuestran los majestuosos y vigorosos olivos centenarios de la variedad empeltre, definidores de buena parte de los paisajes de la comarca y que otorgan un gran valor patrimonial y estético en la comarca, como Lo Parot, olivo milenario de variedad desconocida que todavía se cultiva y que se encuentra ubicada en la población de Horta de Sant Joan. La variedad mayoritaria cultivada en la comarca es la empeltre. También se cultiva la arbequina y, en menor medida, la picuda y la fragua. Al empeltre también se la conoce con los nombres de Aragonesa y Terra Alta. El empeltre, aparte de ser la variedad más cultivada, disfruta del reconocimiento local mayoritario como emblema de la Terra Alta y se elaboran, por lo tanto, los aceites más tradicionales:
Empeltre verde: Los aceites virgen extra elaborados con olivas empeltre recogidas cuando el fruto todavía es verde ofrecen sensaciones olfativas y gustativas que recuerdan los frutos antes de madurar. Los atributos positivos de los amargos y picantes tienen un protagonismo claro y la frescura y los afrutados son intensos. Algunas de las notas más características que dan los empeltres de perfil verde son ametlló, nuevo, alcachofa, hinojo y hierba fresca u hoja de olivo en diferentes intensidades.
Empeltre maduro: Los aceites virgen extra elaborados con olivas empeltre cuando el fruto es más maduro son aceites de colores dorados con notas de frutos secos, como la almendra y las nueces, y de fruta madura, como el plátano y el tomate. Los afrutados son más ligeros y los amargos y picantes pueden aparecer más tímidamente. En estos aceites, la característica principal es su dulzura.
Denominación de Origen Protegida del Aceite de la Terra Alta: La Terra Alta, junto con tres municipios de la comarca vecina de la Ribera de Ebro, cuenta con una Denominación de Origen Protegida vinculada al aceite. Los aceites bajo su sello pasan rigurosos controles analíticos para definir la calidad y son probados por el panel sensorial.
